domingo, septiembre 5

códigos

Todo es cuestión de códigos. Señales que van y que vienen. El problema es la correcta interpretación y qué combinaciones emitimos nosotros. Con el tiempo una va aprendiendo y percibiendo y, de a poco, logrando el manual de decodificación. El problema surge cuando con determinado signo, que según nuestros estudios significaba una cosa, nos están diciendo otra. O, a pesar de las señales hacia un lugar, de repente hay un cambio de rumbo y vos te quedás ahí parada con los ojos abiertos intentando entender el señalero.

Otro tema son las señales emitidas por una. Hay diferentes bibliotecas respecto a este tema. ¿Debemos ser transparentes y dejar fluir? ¿Debemos hacernos las duras y mantenernos distantes? ¿Debemos intentar confundir para que no se sientan seguros con el manual que tienen? ¿Tenemos que parecer estables y autosuficientes? ¿Tenemos que parecer desvalidas listas para ser salvadas? ¿Tenemos que negociar, ceder o imponernos? Miles de preguntas como estas y adhesiones variadas a las distintas corrientes filosóficas aparecen.

¿No sería todo más fácil si compartiéramos el mismo código y, sobre todo, la luz verde?

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