lunes, marzo 29

adicción

Hace unos días, en una de las charlas informativas de la Licencitaura en Gestión Cutural y Economía Creativa del Claeh, escuché por primera vez la expresión "adicción racional".

José Alonso, economista que tiene a la cultura como su objeto de estudio, comenzó a explicar que con las artes y expresiones culturales nos pasa como con las drogas, cuanto más te exponés y las consumís más ganas de volver a experimentar tenés. Con la cultura, además, la mayor exposición hace que se logre un mayor disfrute porque se comprenden mejor sus distintas "puntas" y se logra mayor profundidad. Esto está vinculado además con el capital cultural y, cosa que parece obvia, el consumo y disfrute de adulto depende del consumo en las etapas más jóvenes. Bueno, algo de eso es lo que pude entender.

Inevitablemente, para poder interiorizarlo, uno va a su experiencia personal y pude ponerle nombre a lo que me pasa con el carnaval: tengo una adicción racional. Pero supongo que todo tiene su relatividad. Me di cuenta que sí mi experiencia como adulta tiene que ver con mi consumo y disfrute de niña y sobre todo de joven. Pero también me di cuenta que, si bien logro una profundidad en el análisis, comparo, tengo parámetros y casi una obligación de participar, ya no disfruto como algunos que no están tan por dentro. Me cuesta carcajearme con un buen chiste, me cuesta sorprenderme y no pensar "está bien pero se está repitiendo con lo que hicieron hace dos años" o "ese chiste lo hicieron en el 99" o "el remate estaba cantado".

A veces me gustaría no tener tanto capital cultural respecto al carnaval y que espontáneamente me importe un bledo si esa música ya la usaron o si el chiste es viejo, y disfrutar soberanamente, sin memoria y sin medida.