viernes, mayo 30

removedor

Necesito un removedor de pintura vieja. El problema es que cuando uno quiere sacar ese color no puede pintar arriba simplemente porque eso trae problemas. Los colores se mezlcan y queda otra cosa, o se trasluce el de abajo o, quizá, sólo sume una capa a otra pero a la larga eso genera complicaciones porque la pared queda tan gruesa que empieza a caerse a cascarones.

Con un removedor de pintura los vestigios anteriores salen mejor y después es más fácil volver a pintar. Por supuesto que mientras lo estás removiendo te preguntás si es verdad que el nuevo color escogido quedará mejor, será igual al anterior, que aunque ahora ya no sea el adecuado lo habías elegido y te gustaba, o te aburrirás más rápido.

Creo que sólo queda probar, remover la pintura de abajo aunque lleve tiempo el rasqueteo y salten cosas para todos lados, y pintar nuevamente.

3 comentarios:

Buena Chica dijo...

¿Estás hablando de pintura? porque si es así te tienes que pasar un día por mi casa.
Y si no es así... a lo mejor también...

Unknown dijo...

linda metáfora la de la pintura para terminar con aquello tan pueril de que un clavo saca otro clavo ;)

Anónimo dijo...

No sé si las casualidades existen pero caí por el blog y leí esto...

Porqué duelen algunas cosas que ya no tendrían que doler?

Yo nunca entiendo las cosas que pasan, pero debe ser parte de mi vida.
De todas formas entiendo que el removedor me gustaría que lo encotraras en la ferretería y en ninguna otra parte...