miércoles, abril 23

color

Volvíamos de Paso Severino (Florida) hoy y una cosa llevó a otra y terminamos hablando de la primera transmisión de la televisión a color en Uruguay. Uno de mis compañeros decía que se había había comenzado a emitir a color en el Mundialito del '80. Yo le decía que no, que estaba segura que fue en el '82 con el casamiento de Lady Di y el príncipe Carlos. Mi seguridad estaba basada en la memoria de una niña que tuvo la suerte de que su padre se ganara en un sorteo una tele color antes de que se pudiera ver a color, y yo estaba convencida que fue en 1982.

Llegué a casa y me puse a buscar la información. La memoria reconstruye de a pedazos.

La Wikipedia dice que "las emisiones a color se hicieron en forma experimental durante la Copa de Oro de fútbol, popularmente conocido como Mundialito (diciembre de 1980 - enero de 1981), luego se prosiguió con algunas pruebas a mediados de ese 1981, en el horario de 19:30 a 21:30, y en forma permanente desde el 25 de agosto de 1981, con una transmisión desde el departamento de Florida, al conmemorarse la Declaratoria de la Independencia".

El casamiento al que yo hago referencia fue el 29 de julio de 1981. Así que obviamente le erré al año, no fue en el '82 como yo creía sino en el '81. Y no fue a partir de la boda real sino de un acto político/conmemorativo/militar (en ese momento) lo que dio inicio a la permanencia del color en nuestras pantallas.

Claro está que para una niña (y seguramente para casi todo el mundo) era más interesante ver la boda real (con esa cola larguísima) a color que un desfile militar. Por eso quedó en mi memoria.

Creo que en este viaje al pasado logré encontrar el nudo de la cuestión. El inicio del color en mi vida está atado al casamiento del príncipe y la princesa!!! Para colmo se separaron y ella terminó muerta.

Estoy en el horno, ni un congreso de psicólogos me salva!!!

2 comentarios:

Buena Chica dijo...

jajaja, y si jugamos a esos libros en los que tú puedes terminar la historia con el final que te parezca? Al fin y al cabo la historia en algún momento fue un cuento de hadas (aunque sólo fuera en la boda).
De todas maneras la tele ya no es que sea en color, sino que hace mucho que se le subieron los colores y no les da vergüenza, y no creo que así se la imaginaran en el 81, así que ¿escribimos un final feliz?

Anónimo dijo...

Siempre hay tiempo para los finales felices porque aunque no lo sean nosotros los podemos inventar con TV color o sin ella, con príncipes o sin ellos.