jueves, diciembre 20

vulnerable

No voy a hablar de mi vulnerabilidad afectiva actual sino de la vulnerabilidad que podemos tener todos frente a un ataque exterior.

Ayer iba caminando por 18 de julio (avenida principal de Montevideo, llena de comercios y en esta fecha repleta de gente) cuando un tipo se cruza conmigo y me toca el culo. Descaradamente me mete una mano y sigue caminando. Me di vuelta para matarlo pero había seguido caminando y sólo veía su espalda entre la muchedumbre.

¿Qué placer puede sentir un tipo en tocarle el culo a una mujer sin su consentimiento y a la pasada? ¿Por qué esa invasión y violación de la privacidad de alguien? ¿Cuál es la gracia del abuso?

La indignación me sigue a pesar de las horas transcurridas. ¿Alguien me puede explicar el sentido?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Kari, justamente pasa por ahí el placer..tu tienes la respuesta...tu lógica indignación. El placer radica no en el morbo, o el contacto de la mano con el culo, sino con lo mal que te puedes sentir.
El placer del violador, no está en el acto sexual sino en el miedo y la humillación de la "víctima".

Anónimo dijo...

comparto que la humillación es el objetivo. pero en un análisis menos profundo, cuando me pasa a mí (y mirá que hace rato que nadie me toca el culo...ta...pero ese es otro tema)... decía que cuando me pasa, me da como esa envidia que te hace decir !pucha, cómo hay gente que se divierte con tan poco !!!