lunes, julio 16

virtualidades

Casi seis meses después de haber dejado de recorrer sus calles, cuando tengo un ratito para pensar, extraño Barcelona. Es un sentimiento extraño. Por momentos me parece que esos tres años que estuve ahí fueron como una realidad virtual, mientras mi realidad "real" estaba acá en Montevideo. Por eso ahora extraño recorridos, amigos, alguna actividad, que formaron parte de mi rutina durante un tiempo, que formarán parte de mis afectos para siempre, sospecho, pero que no son parte de mi vida real. Corro por Montevideo, de un trabajo al otro, y parece que nunca me hubiese ido. Sólo existen algunas lagunas de información: claro no estaba acá cuando pasó eso...

A fin de mes me mudaré, parece, al apartamento que me albergará por un tiempo más duradero y no tan pasajero. La sensación de que esta es la vida real y que no hay más cosas provisorias hace que cada movimiento sea un poco más pesado, pero también tienen un gusto incomparable.

Extraño Barcelona y su provisoriedad, sus calles, su temperatura (me estoy muriendo de frío), mis amigos que están allá y también mis amigos por todos lados que no están acá. No me pasa eso de que no soy de ningún lado. Soy de acá, y de eso no hay duda, y quiero estar acá, pero un pedazo de mi corazón y vida imaginada se quedaron allá, sobre todo ahora que está Woody Allen filmando en la Barceloneta.

4 comentarios:

Señora Articulada dijo...

Tranquilo, Barcelona no se irá a ninguna parte. Siempre la tendrás lista para cuando vuelvas.

Un saludo desde Bcn

Anónimo dijo...

Estoy un poquito sin respiración, como que me falta aire... desde que se fue Xavi siento que todo fue una realidad virtual también... cómo se hace para que todo forme parte de la realidad real? al fin no es todo tan sencillo como soñar y vivir muchas experiencias y tenerlas siempre en la memoria y los sentimientos verdad? siempre hay algún segundito sin respiración.
Me alegro de que estés tan feliz en Montevideo y vuelve a Barna cuando puedas que como dice Dorada aquí está, y estamos.

Anónimo dijo...

Como es bueno volver a leerte!!

Tu realidad 'real' es vos en cualquiera parte.
Lo pasajero somos nosotros en la vida, por eso gaudeix del trajecte!
Barcelona batega y Montevideo también

Y parece que Allen necesita una flaca linda.
Felicitaciones por el piso, suerte con el frío y tengas una buena semana.
F

Chiquilín de Bachín dijo...

Era ya un poco tarde
incluso en Cataluña,
pero la pax burguesa
reinaba en los hogares y en las fábricas,
sobre todo en las fábricas ­Rusia estaba muy lejos
y muy lejos Detroit.
Algo de aquel momento queda en estos palacios
y en estas perspectivas desiertas bajo el sol,
cuyo destino ya nadie recuerda.
Todo fue una ilusión, envejecida
como la maquinaria de sus fábricas,
o como la casa en Sitges, o en Caldetas,
heredada también por el hijo mayor
Sólo montaña arriba, cerca ya del castillo,
de sus fosos quemados por los fusilamientos,
dan señales de vida los murcianos.
Y yo subo despacio por las escalinatas
sintiéndome observado, tropezando en las piedras
en donde las higueras agarran sus raíces,
mientras oigo a estos chavas nacidos en el Sur
hablarse en catalán, y pienso, a un mismo tiempo,
en mi pasado y en su porvenir.
Sean ellos sin más preparación
que su instinto de vida
más fuertes al final que el patrón que les paga
y que el salta-taulells que les desprecia:
que la ciudad les pertenezca un día.
Como les pertenece esta montaña,
este despedazado anfiteatro
de las nostalgias de una burguesía.


Jaime Gil de Biedma, «Barcelona ja no és bona».

Ayer tocó Jaime. Y me lo perdí porque tenía que laburar. Barcelona está infartante y preciosa como siempre. Y te manda saludos.