lunes, marzo 3

marzo

Con los útiles escolares llega la asociación directa con el comienzo real del año. Es como que inevitablemente espero que llegue marzo para decir: "ahora sí, empezó el año".

El carnaval se sigue alargando por la lluvia, lo que hace que el párrafo anterior se dé de bruces con la realidad cotidiana.

Me levanto, voy a trabajar, programo dentista y análisis de sangre para empezar el año con todo bajo control, voy al otro trabajo, tengo reuniones alrededor de las 7 de la tarde y voy corriendo al Teatro de Verano cruzando los dedos para que no se suspenda.

Estamos como en una superposición de períodos donde el cansancio se duplica. Esto ayuda a que el solapamiento de sentimientos permanezca también.

¿Será que si deja de llover las cosas se acomodarán finalmente en su lugar?

1 comentario:

pecesdecolores dijo...

bueno.. qué tema! que las túnicas y las moñas no pueden coexistir con la brillantina y los trajes coloridos... es algo que vengo escuchando desde hace tiempo. pero quién dijo esto? el otro día me enteré que un finado reconocido murguista protestó una vez en DAECPU "los maestros deberían protestar si se pega el comienzo de las clases con el final del concurso oficial de carnaval"... no tendrán otras razones???