sábado, febrero 9

ufff

Llueve mucho, mucho. Y acá adentro, refugiada, da tanto placer confundido con melancolía que resulta raro confesarlo.

Después de 6 horas casi ininterrumpidas terminé la novela. Hacía mucho tiempo que no me entregaba así. Estoy con el corazón estrujado con esa mezcla de amor y bronca que produce tanto sufrimiento por más noble que sea su fin.

No creo en los amores sacrificados por sobre todas las cosas. Creo en los amores correspondidos, que es la verdadera forma de amor. Lo otro es una obsesión que no permite la felicidad. Un amor no correspondido no puede crecer y alimentarse. Es la peor forma de sufrimiento autoimpuesto. Así que terminé la novela con un poco de enojo por esa complacencia producida por el "tanto peleó que, al final, 53 años después logró estar con ella". ¿Y mientras qué? Vivió saltando de mujer en mujer sin permitirse amar y ser feliz. Una porquería de amor.

Si al final del camino nos volvemos a cruzar y podemos amarnos y ser felices maravilloso, pero yo quiero querer y ser querida en el trayecto, mientras la vida sucede...

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Ayy niña si fuera así de fácil, como proponérselo!

El amor es como un ser autómata que cuando es correspondido, creemos manejar y conducir, y que nos muestra su cara más revelde cuando no hay contraparte y sigue jalando para un lado e intentamos reiteradamente explicarle que se desvíe porque ese no es el camino correcto.

Anónimo dijo...

Perón!!! (supongo igual se entendió) REBELDE no revelde...

Chiquilín de Bachín dijo...

¿Viste la peli?

Chiquilín de Bachín dijo...

Casualidades... yo también leí la novela esta semana... y pienso muy parecido a vos sobre el amor no correspondido. Igual me gustó bastante.

kariaco dijo...

No quiero que me malinterpreten, el libro me gustó mucho, me atrapó, me sedujo. Lo que no me gusta es lo que les pasa a los personajes. No creo en esa forma de amor. Claro, por un lado soy un poco demasiado racional en estos temas aunque padezca igual que todos de esta locura, y por otro lado soy de fines del siglo XX y principios del XXI y mal que nos pese el cristal con qué mirar es otro.

Chiquilín de Bachín dijo...

El libro es de los ochenta, igualmente :)

Chiquilín de Bachín dijo...

Y viste la peli?

kariaco dijo...

No la vi, lo haré pronto supongo.