miércoles, septiembre 6

Montevideo



Yo tengo pintada en la piel
la lágrima de esta ciudad,
la misma que dá de beber,
la misma te hará naufragar.


Yo tengo en la piel su sabor,
un leve resabio de sal,
que nunca he sabido esconder,
que nunca he sabido mirar.


Si dejo elegir a mis pies
me llevan camino del mar,
me llevan camino del mar,
me llevan camino del mar.

Jorge Drexler (Montevideo)

Fotos: arqtche

3 comentarios:

Chiquilín de Bachín dijo...

Vengo de un prado vacío,
un país con el nombre de un río,
un edén olvidado,
un campo al costado del mar.

Pocos caminos abiertos,
todos los ojos en el aeropuerto.
Unos años dorados.
Un pueblo habituado a añorar.

Cómo me cuesta quererte,
me cuesta perderte,
me cuesta olvidar.

El olor de la tierra mojada,
la brisa del mar,
brisa del mar, llévame hasta mi casa.

Un sueño y un pasaporte,
como las aves buscamos el norte,
cuando el invierno se acerca y el frío comienza a apretar.

Y este es un invierno largo,
van varios lustros de tragos amargos,
y nos hicimos mayores esperando las flores del Jacarandá.

Cómo me cuesta marcharme,
me cuesta quedarme,
me cuesta olvidar.

El olor de la tierra mojada,
la brisa del mar,
brisa del mar, llévame hasta mi casa.

mer dijo...

Montevido, qué maravillosa canción. No puedo escucharla sin llorar.

kariaco dijo...

Después de repasar largamente tu blog Mer, entiendo por qué te hace llorar "Montevideo". Yo no puedo con Un país con el nombre de un río, que agrega chiquilín. Esa me mata, ¿será por la lejanía?, ¿o será que soy parte de el pueblo habituado a añorar?