O déjà vu...
Venía caminando lentamente, recorriendo las calles, pensando cada paso, sintiendo cada centímetro, en un instante de instrospección no muy frecuentado, y me crucé con unos niños, en un cuadradito de tierra, seguramente pensado para que hubiese un árbol, en medio de la vereda jugando a la bolita. Eran tres y estaban muy absortos en hacer pared y pegarle a la bolita que estaba fija.
A pocos metros, doblé la esquina rumbeando para mi casa y me crucé con un grupo de muchachos y muchachas. Me llamaron la atención pero no logré definir por qué. Cuando los crucé uno decía "volen xiclets de menta?"
En una cuadra visité mi infancia y Barcelona...
La verdad que salir un rato antes del trabajo tiene sus ventajas, parece que la primavera está viniendo aunque todavía el frío no nos abandona...
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